viernes, 1 de junio de 2012

Eneida



Título: Eneida
Autor: Publio Virgilio Marón

Ficha anobii

A la hora de leer este libro, así como de reseñarlo, me he visto en la coyuntura de elegir si lo hago desde mi punto de vista como lectora en general o como estudiante de Filología en particular. Como al final convivo con ambos cada día, voy a intentar no extenderme mucho, aunque la ocasión lo merezca.

Partimos de la base de que la épica no me gusta en absoluto. Llevo 8 años estudiando latín y griego y no había leído la Ilíada, la Odisea ni la Eneida. Pero mira tú por dónde que en un arranque de motivación me dio por coger por banda (¡por fin!) una de las obras cumbre de la literatura universal.

Si bien me ha resultado tedioso debido al género, es innegable (y redundante, porque no seré precisamente la primera que lo diga) que es, sencillamente, una obra maestra. No soy partidaria de juzgar las obras relacionándolas con su contexto, puesto que una obra, si es buena, perdura en el espacio-tiempo sin importar en qué condiciones se haya concebido la obra (como es el caso). No hay más que leer algo acerca de la transmisión de los textos para darse cuenta de que, desde el principio, se supo ver que la calidad de esta obra merecía la pena lo suficiente como para hacer el esfuerzo de preservarla, frente a tantas otras que se quedaron por el camino.

A lo largo de esta lectura he pensado a menudo en todos aquellos que son fervientes admiradores de la saga El señor de los anillos y similares, preguntándome cuántos de ellos habrán echado mano al poema épico por excelencia (discúlpenme los helenistas aquí presentes, si los hubiera, pero es que una servidora siente debilidad por el latín y todo lo que le rodea). A cualquier lector en general, aunque le salgan sarpullidos al ver las eternas listas de libros que hay que leer antes de morir, denle una oportunidad: al menos nadie podrá decir que no lo han intentado.

He dudado mucho a la hora de otorgarle una valoración numérica que iba desde el 3 hasta el 5. He de reconocer que se me ha hecho pesado, casi eterno, y que si no hubiese sido por obligación (porque ya me daba hasta vergüenza seguir preparándome los exámenes de lecturas con el resumen de la Wikipedia), seguramente seguiría cogiendo polvo en la estantería. Pero a pesar de que el fondo no me convenza (no es que no me guste la épica, ¡es que creo que la odio con todas mis fuerzas!), la forma es, sencillamente, impresionante. Una no puede sino quitarse el sombrero ante este gran poeta que, sin saberlo, ha sido capaz de mantenerse vigente durante siglos y siglos.

Puntuación: 5 sobre 5

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