miércoles, 18 de abril de 2012

Sexo cerdo



Título: Sexo cerdo
Autor: Ignacio Allende Fernández "Torbe"

Ficha anobii

Supongo que huelga decir que se me cae la cara de vergüenza al admitir que he leído este libro de cabo a rabo (sobre todo esto último), pero era joven, tenía mucho tiempo libre... En fin, el caso es que en una tarde tonta de domingo, me dio por echarle un vistazo a este libro y me sorprendió encontrar en la primera página una nota del autor en la que informa de que no utiliza acentos, comas o signos de interrogación/admiración al comienzo de la frase, porque "así es como se escribe en internet y así es como escribo yo". He de decir que no es del todo cierto, pero sí que es verdad que, cuando los utiliza, tampoco lo hace correctamente. Esta idea me resultó "curiosa" (vergonzosa también, sí, pero como proyecto de filóloga, tenía que echarle un vistazo), así que comencé a leer, a pesar de que no es precisamente un libro que me llame la atención. En el fondo sabía lo que me iba a encontrar, pero igual es que soy un poco masoca y me gusta acabar la semana de mala leche. O igual es que así al menos podría poner a caldo en mi crítica al dichoso librito. El caso es que en cuanto empecé, no podía dejar de leer, mientras la bilis me hacía úlceras ya en el estómago. Machista, falocentrista y, como bien dice el título (otra cosa no, pero sinceridad le sobra), cerdo, Torbe nos presenta un manual basado en sus experiencias sexuales, reflexionando acerca del sexo (entre hombre y mujer, evidentemente), expresado con un estilo más que pobre.

Plantea a las mujeres como meros objetos sexuales, a su vez sin deseo ni sexualidad propia, que sólo utilizan el sexo para conseguir lo que desean ("Algunos científicos comentan que el hecho de que la mujer este siempre receptiva al sexo era una manera en el pasado que tenian de que el padre se quedara en la cueva y le trajera a ella y sus descendientes comida. Vamos, casi como pasa ahora, si no me compras un bolso, no hay polvo, majo"). Asimismo, los argumentos que utiliza para defender sus posturas son asquerosos, machistas y demagógicos, tales como que la prostitución supone la liberación de la mujer, porque "se gana muchísimo más dinero siendo puta que trabajando en una oficina como una puta". Incluso cuando el planteamiento es liberador ("Operarse las tetas es de necios"), el argumento es, simplemente, enfermizo ("Unas tetas pequeñas (...) nos enloquecen, porque en nuestra mente calenturienta vemos a una teen, una adolescente en flor con unos pechitos pequeñitos pero bien puestos, que nos hace soñar con aquel primer amor que nos consumió en mil y una pajas").

Podría seguir comentando hasta el infinito, pero no acabaría nunca de poner a caer de un burro a este señor y el cúmulo de despropósitos que ha dejado por escrito. No sé a quién se le ocurrió publicar este libro, y sobre todo, me asusta pensar es que si se ha publicado es porque habrá quien esté dispuesto a comprarlo.

No merece la pena leer ni la sinopsis.

Puntuación: 1 sobre 5

domingo, 8 de abril de 2012

El tiempo mientras tanto



Título: El tiempo mientras tanto
Autor: Carmen Amoraga

Ficha anobii

Creo que lo único que odio de la literatura es la sensación de vacío existencial que siento al terminar un buen libro. Comentándolo con una amiga tras leer la trilogía de Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins, en una de tantas conversaciones de: "Y ahora, ¿qué leo yo?", me recomendó El tiempo mientras tanto, de Carmen Amoraga. Quién me iba a decir a mí que el remedio sería peor que la enfermedad, puesto que la sensación que se me ha quedado tras terminarlo no ha sido precisamente aliviante: tras un comienzo algo confuso en cuanto a la situación de los personajes, Carmen Amoraga nos ofrece una historia entrañable y conmovedora hasta límites insospechados.

El tiempo mientras tanto no es una gran historia en sí misma, pero sí lo es la unión de muchas historias pequeñas, cotidianas, reales como la vida misma que acaban conformando un tejido de todo y de nada, de lo divino y lo humano, a través de un profundo desarrollo del perfil psicológico de unos personajes a los que se quiere y se odia y que provocan, de tanto en tanto, una sonrisa a veces cómplice, a veces tierna, a veces compasiva.

No es un libro que enganche por su trama, y sin embargo, no puedes dejarlo prácticamente desde la primera página. No es una adicción compulsiva a un argumento que te mantiene en vilo, sino una unión especial con sus personajes y sus historias que hace querer mantenerse a su lado para siempre. Es una novela para leer despacio, sin prisa, disfrutando cada página, temiendo que se acerque al final y tengamos que despedirnos de María José y todos los que la rodean. Sin duda es uno de esos libros que sabrá hacerse un huequecito en en lo más profundo del afortunado lector que acabe con un ejemplar entre sus manos.

Puntuación: 4 sobre 5